Todos hemos escuchado el consejo: ‘Bebe ocho vasos de agua al día’. Pero, ¿es esa realmente la regla de oro, o simplemente un eslogan de salud pegadizo? La verdad es que la cantidad de agua que necesita depende de muchos factores, incluyendo su edad, nivel de actividad, clima e incluso los tipos de alimentos que consume. Aún así, mantenerse hidratado es esencial para que su cuerpo funcione correctamente, por lo que vale la pena comprender la ciencia detrás de la ingesta de agua.
Por qué importa el agua
El agua constituye aproximadamente el 60% del cuerpo humano y juega un papel en casi todos los procesos biológicos. Ayuda a regular la temperatura de su cuerpo, transporta nutrientes, amortigua las articulaciones y elimina los desechos a través del sudor, la orina y las deposiciones. Incluso la deshidratación leve puede afectar su estado de ánimo, los niveles de energía y la concentración.
La regla ‘8×8’ y más allá
La famosa pauta de ‘ocho vasos de 8 onzas’ equivale a unos 2 litros (medio galón) por día. Si bien es fácil de recordar, no es una regla única para todos. Las Academias Nacionales de Ciencias de EE. UU. sugieren una mayor cantidad: alrededor de 3,7 litros (125 onzas) por día para hombres y 2,7 litros (91 onzas) para mujeres de todas las bebidas y alimentos combinados.
Factores que afectan sus necesidades
Su requerimiento de agua puede cambiar según:
- Actividad física: El ejercicio o cualquier actividad que te haga sudar aumenta tus necesidades de líquido.
- Clima: El clima cálido o húmedo, o altitudes altas, puede hacer que pierda más líquidos.
- Dieta: Los alimentos como las frutas y verduras contienen agua, mientras que las comidas saladas o picantes pueden hacer que tenga más sed.
- Condiciones de salud: La fiebre, la diarrea o las infecciones pueden provocar pérdida de líquidos, lo que requiere más hidratación.

Señales de que no estás bebiendo lo suficiente
Su cuerpo a menudo le dice cuándo necesita más agua. Los signos comunes de deshidratación incluyen:
- boca o labios secos
- orina amarilla oscura
- dolores de cabeza
- fatiga o mareos
- dificultad para concentrarse
Consejos para mantenerse hidratado
- Lleva una botella de agua reutilizable para que siempre esté al alcance.
- Beba agua antes, durante y después del ejercicio.
- Incluya alimentos hidratantes como pepinos, naranjas y sandía en su dieta.
- Establezca recordatorios si a menudo se olvida de beber durante todo el día.
¿Se puede beber demasiada agua?
Sí, aunque es raro, beber cantidades excesivas de agua en un período corto puede causar una afección peligrosa llamada hiponatremia, donde los niveles de sodio de su sangre disminuyen demasiado. Esto es más común en los atletas de resistencia que se sobrehidratan durante los eventos. La moderación es clave: equilibrar su ingesta en función de la sed, la actividad y el entorno.
No hay un número universal sobre cuánta agua debería beber todo el mundo, pero un buen enfoque es escuchar a tu cuerpo, beber cuando tienes sed y vigilar el color de tu orina (el amarillo pálido suele ser un signo de buena hidratación). Ya sea que siga la regla de 8×8 o ajuste su ingesta en función del estilo de vida, hacer del agua una parte regular de su día es una de las formas más simples de apoyar su salud en general.